La Edad Media, también conocida como la era medieval, abarca un extenso período de la historia europea que va desde la caída del Imperio Romano en el siglo V hasta el Renacimiento en el siglo XV. Durante este tiempo, la sociedad europea experimentó importantes avances en los campos de la ciencia y la tecnología, que sentaron las bases para el desarrollo posterior de la humanidad.
En la Edad Media, la Iglesia Católica desempeñó un papel crucial en la educación y la difusión del conocimiento. Los monasterios, que eran centros de estudio y copia de manuscritos, fueron fundamentales en la preservación de la cultura clásica y en la transmisión de conocimientos científicos. Los clérigos también eran los principales educadores de la época, enseñando a jóvenes de todas las clases sociales.
Uno de los campos en los que se produjeron importantes avances durante la Edad Media fue la medicina. A pesar de que la medicina medieval estaba basada en gran medida en la tradición y la superstición, se realizaron importantes descubrimientos en anatomía, farmacología y cirugía. Uno de los médicos más destacados de la época fue Ibn Sina, conocido en Occidente como Avicena, cuyo Canon de Medicina fue una obra de referencia durante siglos.
La astronomía y la astrología fueron dos disciplinas estrechamente relacionadas en la Edad Media. Las observaciones astronómicas realizadas por eruditos como Ptolomeo y Al-Biruni permitieron la elaboración de calendarios más precisos y la predicción de eclipses y otros fenómenos celestes. La astrología, por su parte, se basaba en la creencia de que los movimientos de los astros influían en la vida de las personas y se utilizaba para predecir eventos futuros.
Si bien la Edad Media suele ser asociada con una época de estancamiento tecnológico, lo cierto es que hubo importantes avances en diversos campos. La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en el siglo XV revolucionó la difusión del conocimiento y contribuyó al surgimiento de la cultura impresa. Otros avances destacados incluyen la creación de los molinos de viento y agua, que mejoraron la eficiencia de la producción agrícola, y el desarrollo de la brújula, que revolucionó la navegación marítima.
Los avances científicos y tecnológicos de la Edad Media sentaron las bases para el desarrollo posterior de la humanidad. La recuperación de la cultura clásica y la combinación de conocimientos de diversas culturas permitieron el surgimiento de una nueva visión del mundo, basada en la razón y la observación. Aunque la Edad Media fue una época marcada por la superstición y la religión, también fue un período fértil en el que se sentaron las bases para la ciencia y la tecnología modernas.